por:
HÉCTOR ESTRADA CASAS
En
estos días, a través de la página www.xentuatlixco.com, conocimos la buena noticia de que la niña atlixquense Karla Ailín Lima Luna se
ganó el pase para representar a México en los paralímpicos de Florencia, Italia,
pero por falta de recursos corre el riesgo de no asistir a las competencias internacionales
que se realizarán en ese país.
La
situación que ahora toca vivir a Karla, es una de las muchas historias
lamentables que se presentan en México, donde la asistencia en los tres niveles
de gobierno es nula en la etapa final de la preparación deportiva que promueven
solo con infraestructura y apoyos de ejercitación cotidiana, y que se ven
sorprendidos cuando alguien como Karla, que se preparó en buena parte con
recursos propios, aparece de pronto con el rendimiento suficiente para acudir a
una competencia mundial, y la parte oficial no sabe qué hacer con ella.
Cuando
se dio a conocer en www.xentuatlixco.com esta
oportunidad que enaltecería el deporte atlixquense, notamos la aceptación de
más de 16 mil personas a las que les agradó tener a una niña atlixquense que
represente a nuestro país en dicho evento mundial.
Muchas
de estas personas que conocen esta situación, se han ido a la calle a “botear”
para poder pagar sus gastos, y lo están haciendo con la premura de que tiene
hasta el día de mañana para depositar en una cuenta bancaria y se haga la
transferencia correspondiente.
Es
verdad que Karla ha tocado la puerta del ayuntamiento de Atlixco y no tiene
respuesta todavía, pero hay que aclarar que lo que se espera también es ver que
su dirección del deporte se muestre como una verdadera ventanilla de gestión
ante los gobiernos estatal y federal para resolver una demanda de apoyo para
una disciplina deportiva que no sea únicamente el fútbol.
Es
decir, el gobierno local bien podría sumarse a la colecta que ciudadanos atlixquenses
siguen haciendo en estos momentos. Después de todo, todavía tendrá que pasar mucho en este país para que la
solidaridad ciudadana pierda su apariencia de limosnera.
También
es importante decir que otro niño que iría a Italia es Jesús Alejandro Paredes,
quien sufre en la ciudad de Puebla el mismo calvario de tener a amigos y
familiares en la calle pidiendo apoyo para su viaje.
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