Recargado y enconchado.

por: EDUARDO PÉREZ JARDINES

—¿Amenaza o advertencia? 

—Anuncio —contestó desviando la mirada.

—¿De qué?

—Anuncio —minimizó.

—¿Qué estás anunciando?

—Hay que esperar.

—¿Para qué?

—Hay que esperar.

—¿Qué es?

—Ahora que me preguntas, y entiendo que seguirás preguntando como buen periodista, te comento que estoy sintiendo lo que debió sentir Moreno Valle cuando lo flagelé preguntándole si quería ser gobernador de Puebla. “Hay que esperar los tiempos”, respondía. “Quieres ser gobernador, o no?” “Hay que esperar los tiempos”. “Por eso, ¿quieres ser gobernador o no?” “Hay que esperar los tiempos". Y así estuvimos. Cuando se fue, alguien que lo acompañaba me dijo: “Creo que se enojó”. ¨Pues pa´ que lo traes”, le dije.

—¿Ya te enojaste entonces?

—Claro que no.

—Puedo verlo.

—Me-qui-eres-ha-cer-e-no-jar —cantó.

—Claro que no.

—Puedo sentirlo.

—Moreno Valle entonces tenía razón: hay que esperar los tiempos.

Guardó silencio.

—Como quieras. Hay que esperar los tiempos. Gracias.

No respondió.

Me dirigí a la puerta y sin voltear solté:

—Pero no estás enojado.

Escuché que exhaló.

Me fui.