|
Alonso Arenillas Padilla
(AAP): ¿Dónde
naciste?
Ricardo Camacho Corripio (RCC): En Atlixco, Puebla, el 25 de
febrero de 1964.
(AAP): ¿Por qué Atlixco para vivir?
(RCC): Al principio todos nos
encariñamos con la tierra en la que nacimos. Después, por el trabajo de mi papá,
que era tan demandante, desde pequeño estuve en más de 15 ciudades dentro y
fuera del país. Hasta los diez años tuve la suerte de vivir en Managua
(Nicaragua), Chihuahua, Hermosillo y hasta en una población tan pequeña como el
Pilar de Moris, en la sierra tarahumara. Fue una forma de darme cuenta de que
en todas partes encuentras algo muy valioso, y cuando regreso a mi Atlixco te
encariñas con la tierra y te das cuenta de todas las ventajas que tiene esta
ciudad. Me encanta su clima; me gusta por su cercanía con la capital del estado
y la ciudad de México. Es un lugar que ofrece muchas oportunidades sin perder
su sabor provinciano y me gusta mucho para vivir.
(AAP): ¿A qué te dedicas actualmente?
(RCC): Mira, todo mundo sabe que
antes de ser presidente municipal me dedique por más de 20 años al turismo. Decidí
liquidar todos mis negocios relacionados con el turismo para perseguir un sueño
que me inspiró una película de un hombre mayor que se encuentra con su niño
interno. Descubrí que mi pasión y mi verdadera vocación es la electricidad, la
neumática, la hidráulica y la automatización, que son servicios que proveen la
empresa Blachere Illuminacion Francia y de la cual formo parte de la junta
directiva, la cual tiene su representación en México aquí en Atlixco, lo que me da mucho
gusto y orgullo.
(AAP): ¿Qué te gusta comer?
(RCC): Disfruto mucho la comida, en
especial la mexicana, soy fanático de los chilaquiles y ando en busca de los
chilaquiles perfectos. Para mí, los que hace Don Pascual De la Torre, quien tiene
su restorán enfrente de la Melchor. Son deliciosos. También me gustan los
tlacoyos y todos los derivados del maíz; los esquites, la barbacoa, el mole
poblano y también la comida de la Sierra Norte, donde cualquier molito es muy
sabroso. De ahí el gusto por la cocina, la cual aprendí con un chef en Estados
Unidos, cuando estuve en ese país. Me gusta tanto que hasta soy el chef oficial
de mi casa y he aprendido hasta inventar mis platillos.
(AAP): ¿Qué lugares te gustan de
Atlixco y sus alrededores?
(RCC): Atlixco tiene lugares
increíbles. Me gusta Xonacayucan, donde pasa un pequeño riachuelo de agua
trasparente con arboledas y pastizales. Es una de las poblaciones más pequeñas
de Atlixco que he disfrutado de día de campo con mi familia. El bosque de San
Pedro Atlixco, que es maravilloso. Los Arcos, el camino que hay entre el zócalo
y el Cerro de San Miguel que tiene una panorámica impresionante. El Corredor Gastronómica
y, por supuesto, Metepec que tiene una identidad propia en el mundo y no se
parece a ningún otro. Todo Atlixco en general.
(AAP): ¿Qué te hace sentir orgulloso
de Atlixco?
(RCC): Sin duda su gente. Estoy convencido
de que la grandeza de Atlixco es por su gente, desde que fue considerado el Granero
de México y después un emporio textil seguido de una época de crisis y
decadencia, la cual debería de avergonzarnos, ya que sufrimos por la expulsión
de 36,000 atlixquienses que se tuvieron que ir por falta de oportunidades, sin
embargo esto hizo que se transformara en una fuente importante de divisas para
el municipio, lo que impulsó el resurgimiento de Atlixco, esto junto con un
grupo de gente que ha trabajado por dar a conocer a nuestro municipio a nivel
nacional e internacional. ¿Ejemplos? El grupo fundador de Atlixcayotl, los
floristas de la colonia Cabrera que han crecido en menos de 20 años, muchos de
ellos hoy subministran de flores a los grandes hoteles del país; los hoteleros,
los restauranteros que han hecho importante al sector, y al día de hoy tenemos
un Corredor Gastronómico que es visitado por infinidad de turistas todos los
fines de semana, al igual que muchísima gente que, reitero, trabaja para que Atlixco
crezca.
(AAP): ¿A quién admiras y por qué?
(RCC): Mira, esta es una pregunta
interesante para mí, ya que fui un mal estudiante que estaba destinado al
fracaso, sin embargo mi padrino de bautizo, el señor Jaime Tapia, que era de
Nicaragua, y del cual sabíamos de su vida por medio de cartas —mis papás
conservaban su amistas por este medio— y así me enteré de las más de tres veces
que se levantó al sufrir desgracias como un terremoto, la guerrilla y un
secuestro, así como muchos problemas más, y a los 70 años se levantó nuevamente.
Esto me hizo admirarlo mucho, y la única vez que lo conocí fue cuando nos
visitó. Yo había salido de la secundaria y no fui aceptado por ninguna prepa por
mi forma de ser. Después de la comida, el platicó conmigo y me dijo que si yo
quería dejar de ser un tonto y forjarme un futuro, sin buscar pretextos debía la
vida en serio. Me dio vergüenza que alguien que yo admirara tanto me llamara la
atención, y esa noche decidí ser otro. Eso, las enseñanzas de mis padres y la
admiración por todos esos jóvenes que han participado en las Fiestas de Reyes y
en otros eventos, son algo que no dejo de admirar.
(AAP): ¿Qué experiencias te significó
ser presidente de Atlixco?
(RCC): Sin lugar a dudas, darte
cuenta de muchas cosas. Uno vive en un mundo antes de ser presidente, y cuando
lo eres, te das cuenta de la realidad de tu municipio, de las necesidades tan
diversas que hay en todos lados. Pero lo principal es darte cuenta de que
siempre hay grupos de atlixquenses que están interesados en construir, desde
los que tiene muy poquito hasta los que tienen mucho; y que hay personas que yo
no llamaría atlixquenses, que siempre están dispuestos a destruir, pensando
solo en sus intereses. Pero haciendo un análisis serio, te das cuenta de que
siempre son mucho más los que quieren construir, y esto te impulsa a seguir:
los jóvenes, los empresarios, los vecinos; en lo general, todos aquellos a los
que siempre han querido hacer un Atlixco próspero y diferente, y de que estoy
convencido en muy poco tiempo lo será.
(AAP): En esta primera parte de la
entrevista, ¿qué mensaje le das a nuestros lectores?
(RCC): Quiero decirles que en Atlixco
hay mucho potencial, gente muy valiosa a la que tenemos que apoyar —sociedad y
gobierno— para construir un Atlixco que se distinga por formar gente
competitiva a nivel nacional e internacional. Y un ejemplo de ello es que se hizo
una convocatoria en Francia para buscar diseñadores en la compañía que
actualmente trabajo. Me dio mucho gusto que los tres prospectos de Atlixco, que
compitieron con ingleses, franceses, alemanes y de otras nacionalidades, se
quedaran para crear un departamento de diseño en la empresa. Con esto me doy
cuenta de que podemos crear condiciones para competir con cualquiera si
logramos que sociedad y gobierno encaminen todos estos esfuerzos en un bien
común, creando condiciones propicias para esta gente joven.
Pero
como siempre usted que opina amable lector?
Arenillas_52374@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario